Toledo, » cada uno de sus sillares, está transido de quimeras, y, a la larga, son las quimeras las que hacen que los hombres y los pueblos sean perdurables» Gregorio Marañón. Así es esta ciudad, atravesada de historia y de historias, leyendas y anécdotas, un laberinto de calles estrechas y empedradas que guardan en la memoria miles de quimeras. Toledo, la ciudad de las tres culturas, pero yo hoy me quedó un poco antes en mi retroceso al pasado, paro el reloj del tiempo en los años 20, para contaros la historia de la “Orden de Toledo”.
En 1923 un todavía desconocido Luis Buñuel pasea “por el claustro gótico de la catedral, completamente borracho, cuando, de pronto, oigo cantar miles de pájaros y algo me dice que debo entrar inmediatamente en Los Carmelitas, no para hacerme fraile, sino para robar la caja del convento. Me voy al convento, el portero me abre la puerta y viene un fraile. Le hablo de mi súbito y ferviente deseo de hacerme carmelita. Él, que sin duda ha notado el olor a vino, me acompaña a la puerta. Al día siguiente tome la decisión de fundar la “Orden de Toledo”. Así comienza el recorrido de un grupo de amigos, amantes de las calles retorcidas de Toledo y de vivir esperando sorprenderse en cada esquina.
Como toda buena orden está jerarquizada, tiene su condestable, que es su fundador, Luis Buñuel, y un secretario, Pepín Bello. Entre sus caballeros fundadores destaca Federico García Lorca y entre sus caballeros está Rafael Alberti y Salvador Dalí.
Reglas de la orden:
- Cada uno debía aporta diez pesetas a la caja común, es decir, pagarme diez pesetas por alojamiento y comida.
- Había que ir a Toledo con la mayor frecuencia posible y ponerse en disposición de vivir las más inolvidables experiencias. (Me encanta)
- La fonda en la que nos hospedábamos, lejos de los hoteles convencionales, era casi siempre la “Posada de la Sangre”, donde Cervantes situó “la Ilustre fregona”. La posada apenas había cambiado desde aquellos tiempos: burros en el corral, carreteros, sábanas sucias y estudiantes. Por supuesto, nada de agua corriente.
- Los miembros de la Orden tenían prohibido lavarse durante su permanencia en la ciudad santa.
- Comíamos casi siempre en tascas, como la “Venta de Aires”, en las afueras donde siempre pedíamos tortilla a caballo (con carnes de cerdo) y una perdiz al vino blanco de Yepes.
- Al regreso, a pie, hacíamos un alto obligado en la tumba del cardenal Tavera, esculpida por Berruguete.
- Después, subíamos a la ciudad para perdernos en el laberinto de sus calles, acechando la aventura.
Estas eran las normas básicas para pertenecer a la orden pero para ser caballero había que cumplir otras tres más:
- Amar a Toledo sin reserva.
- Emborracharse por lo menos durante toda una noche.
- Vagar por las calles.
Los que se echaban pronto a dormir se quedaban con el título de escuderos. Para conocer Toledo hace falta perderse por sus calles como aconseja Buñuel, escuchar y mirar cada rincón, tener el ánimo accesible para que lo fantástico ocurra.
Sobre el asunto que cuentas, Carlos Saura rodó y estrenó la película ‘Buñuel y la Mesa del Rey Salomón’, en la que saca a colación la Cueva de Hércules y la mencionada Mesa, elementos que ilustran el acervo de mitos y leyendas que hacen que esta ciudad sea un lugar en el que se confunden realidad y fantasía.
Te adjunto un enlace en el que se habla del tema.
Saludos.
http://ciudaddelastresculturastoledo.blogspot.com.es/2014/02/bunuel-y-la-mesa-del-rey-salomon.html
Gracias Madame Bovary, no sabía de la existencia de esa película, a ver si la encuentro. La historia de la orden es fantástica, yo no tenía ni idea.
Un saludo
Que puedo yo decirte…Es mi tierra natal. Un beso y gracias por compartir esta entrada. Hasta siempre
Una ciudad maravillosa, la verdad es que es difícil decidir que momento histórico o historia contar de Toledo. Me alegro que te haya gustado.
Grandísima entrada, gracias por compartir.
Gracias Eduardo y bienvenido a mi blog.
Estupenda reseña. Toledo, es una ciudad en la que viví siendo muy niña, y a la que incompresiblemente, no he vuelto. Algo que haré, seguro, en el 2015.